¡ALERTA!

 

Queremos dar un aviso de alerta porque nos han comunicado que hay marcas que venden aceite de argán ¡pero que en realidad es aceite de girasol!

 

 Recuerda, siempre busca el sello de ECOCERT. Este sello es el que asegura que es de procedencia orgánica y que es 100% puro, extra virgen y de primera presión en frío. Estos conceptos son sumamente importantes a la hora de escoger cualquier tipo de aceite, ya sea cosmético o alimentario. El que sea extra virgen y primera presión en frío significa que no ha pasado por ningún proceso de calor, que no ha sido refinado y que no le han añadido ningún ingrediente, con lo que estos aceites contienen todos los nutrientes, vitaminas y ácidos grasos saludables intactos.

 

Secreto de belleza de las mujeres marroquís

 

En el artículo anterior escribimos sobre los sulfatos y sus efectos, y ahora ya sabes que son detergentes muy eficaces para remover la suciedad, pero demasiado agresivos. En este caso vamos a escribir sobre los jabones/limpiadores faciales. La inmensa mayoría también contienen sulfatos y muchísimos más químicos que son dañinos para la piel. El inconveniente de estos ingredientes es que remueven la capa de grasa que la propia piel produce, alterando el pH, y eso es lo que reseca la piel en exceso. Con lo que nuestra piel producirá más grasa para reponer la que removimos.

 

Toda la vida, personalmente, creí que para controlar los excesos de grasa que mi piel producía, tenía que quitármela mediante jabones y astringentes. Pero lo único que conseguí fue la producción de más grasa y la aparición de más granos (porque al quitarla la piel reacciona produciendo más para balancear el pH)

. Además me exfoliaba la piel casi 5 veces por semana. Hasta que hablé con mi madre y me explicó cómo se limpiaba ella la cara cuando era adolescente en Marruecos. Ella sufrió de acné, como yo. Se aplicaba unas gotas de aceite de argán en la cara y daba pequeños masajes en forma circular durante 1 o 2 minutos. Después se ponía una toalla caliente directamente en la cara (para abrir los poros) y se la limpiaba suavemente quitando los excesos de aceite de argán.

Este era su método de limpieza. Ni tónicos, ni astringentes, ni cremas hidratantes. Este aceite actúa como limpiador respetando el pH de la piel. Además, cuando abres los poros con la ayuda de la toalla, permites que el aceite entre en ellos limpiando en profundidad los granos y puntos negros. Y, de esta manera, limpias la cara manteniendo la hidratación natural de la piel.

 

Yo empecé hace dos meses con este método, y estoy encantada! Ya no me salen granos y poco a poco se están yendo las imperfecciones. Además de que ya no me brilla tanto la cara como antes. Y lo mejor: el ahorro de dinero! Se acabó el gasto en jabones y cremas carísimas.

 

Como mi madre, os comparto este secreto. Olvida todo lo que nos enseñaron, y cuídate de la forma más natural y sana.

¿No sabes por qué tu cabello siempre queda reseco después de usar champú? Son los SULFATOS

 

Siempre hacemos lo que nos dicen para tener un cabello suave y sedoso. Usamos un champú que dice ser reparador para cabellos dañados, usamos un acondicionador que dice que reconstruye nuestro cabello y usamos mascarillas que prometen ser milagrosas. Pero aún así, sientes que te queda reseco y sin vida ni brillo. Y no sabes por qué. Bueno, la respuesta son los SULFATOS.

 

La inmensa mayoría de los champús convencionales contienen sulfatos. Éstos son detergentes (sales) que disuelven la suciedad y los aceites naturales que producimos. Y son los responsables de que los champús hagan espuma (a quien no le gusta la espuma?!, la asociamos con limpieza). El problema es que su acción limpiadora es demasiado fuerte e incluso remueve los aceites naturales del cuero cabelludo. El resultado es un cabello reseco, duro e imposible de peinar. Y aunque utilices un acondicionador después, no se consiguen los resultados esperados.

La respuesta es usar un CHAMPÚ SIN SULFATOS. Limpian igual de bien pero sin quitar los aceites naturales de tu cabello. No hacen espuma y te dejarán el pelo totalmente manejable y suave.

Los puedes encontrar en tiendas naturistas. Acuérdate siempre de leer la etiqueta de los productos antes de comprarlos. El sulfato más común es el lauryl sulfato de sodio.

Apuesta siempre por productos naturales y orgánicos, libres de químicos. ¡Son los que mejores resultados te darán!

Mascarilla natural y orgánica para eliminar imperfecciones

Esta mascarilla es ideal para eliminar esos puntos negros, espinillas y granitos. Solo necesitas tres ingredientes: miel orgánica, jugo de limón y aceite de argán 100% puro y orgánico.

Recuerda que es muy importante escoger una miel no pasteurizada orgánica para que conserve todas las propiedades y nutrientes. La puedes encontrar en cualquier tienda que venda productos orgánicos.

 
En un cuenco mezcla una cucharada de miel, otra de jugo de limón y otra de aceite de argán. Aplícatela en la cara y cuello y déjala actuar entre 45 minutos y 1 hora. Y después retírala con agua tibia.

Esta mascarilla es ideal para pieles grasas con brotes porque la miel actuará como antiséptico y como antiinflamatorio, el jugo de limón como un astringente natural y el aceite de argán mantendrá la piel hidratada y tersa.

 

¡Pruébala, sé muy perseverante y verás resultados!

PS: recuerda hacerte este tratamiento solo en las noches ya que el limón puede manchar la piel si te expones al sol.

¡Exfoliante natural y orgánico!

¡Esta receta de exfoliante casero te va a encantar! Te dejará la piel suave y tersa. Y lo mejor: sólo necesitas dos ingredientes: aceite de argán puro y azúcar mascabado orgánico.

Junta en un cuenco los dos ingredientes y aplícate la mezcla en la cara con movimientos circulares. El azúcar mascabado exfoliará en profundidad tu piel. Y el aceite de argán hidratará y tonificará tu piel, dejándola suave y libre de impurezas.
Es una receta ideal para pieles con tendencia acneica ya que reducirá los brillos y cualquier imperfección de la piel.
Realiza este tratamiento una vez a la semana y poco a poco tu cutis estará cada vez más sano y libre de imperfecciones.

¡Dile adiós a la celulitis!

Esos desagradables hoyos...esa piel de naranja, rugosa y áspera...¡dile adiós de una vez por todas! Y si estás pensando en usar alguna crema que promete resultados milagrosos, olvídate de ella. ¡Usa café! ¡Sí, café!

El principio activo de la gran mayoría de las cremas anticelulíticas es la cafeína ya que ésta aplicada de forma tópica dilata los vasos sanguíneos, con lo que hay un aumento de la circulación sanguínea. Y ésta es la clave porque es lo que provoca que se reduzca la retención de líquidos y grasa. Pero el inconveniente de todas estas cremas es la gran cantidad de ingredientes químicos que llevan. Y éstos pueden producir efectos secundarios como várices.

¿Así que por qué no probar con una alternativa más segura y económica? Todo lo que necesitas es el café molido que te sobra de la cafetera, o también puedes usar un café molido soluble.

 

Cuando estés en la ducha, aplícate café en las zonas afectadas (piernas, muslos, abdomen). Debes realizar un enérgico masaje con movimientos circulares para asegurar la función de drenaje. Si quieres, puedes añadir un poco de gel de ducha para evitar que toda la bañera quede llena de restos de café. Y, finalmente, con la piel húmeda, aplícate unas gotas de aceite de argán dando un suave masaje. Por su composición este aceite acelera el metabolismo, lo que también ayuda a romper las cadenas de grasa localizada.

 

Debes hacer este tratamiento durante un mínimo de 4 semanas para notar los resultados óptimos.

Y, sobretodo, compleméntalo con ejercicio, una dieta sana y equilibrada y bebe al menos 2 litros de agua al día.

 

¡Anímate y pruébalo! ¡Verás los resultados!

 

¿Estás embarazada o a dieta? ¡Prevén las estrías!

Las estrías aparecen cuando se someten grandes tensiones en la piel, con lo que se produce el desgarramiento de la dermis. Las épocas más vulnerables en lo que esto sucede son en la pubertad, embarazo o dietas drásticas.

 

Las estrías siempre se pueden prevenir hidratando debidamente la piel. Pero es muy importante tener en cuenta la herencia genética, ya que ésta determinará la elasticidad de tu piel. Si es muy fina y ya te han aparecido estrías, lo que puedes hacer es mejorar su aspecto y atenuarlas, sobretodo si son de color rosado (ya que éstas son recientes).

 

El aceite de argán, por su composición, tiene la virtud de regenerar la piel. Por ello, atenúa manchas, cicatrices y estrías. Y su aplicación es muy sencilla:

 

• Cuando salgas de la ducha, con la piel aún húmeda, aplícate unas gotas de aceite de argán en las zonas de mayor riesgo o las afectadas (glúteos, caderas, senos...). Esto te ayudará a prevenirlas o mejorar su aspecto en caso que ya te hayan aparecido.

 

Si estás embarazada, debes aplicarte aceite de argán en el vientre y senos dos o tres veces al días. No olvides masajear muy bien la zona para que el aceite penetre profundamente en la piel. Y para mayores resultados, en las noches, después de la aplicación, envuélvete el vientre con papel film transparente para asegurar que el aceite penetre aún más. Es imprescindible que te cuides desde el primer día, pero sobretodo entre los seis y ocho meses de embarazo.

 

 

 ¡Así que ya sabes! ¡Prevenirlas es tan importante como tratarlas! ¡Y siempre siéntete orgullosa de tu cuerpo!

 

 

 

¡Uñas fuertes y bonitas con aceite de argán!

 

 

¿Tus uñas son muy débiles? ¿Se te rompen con mucha facilidad? Aquí te damos unos consejos para que te crezcan más rápido y más fuertes.

 

Mezcla a partes iguales zumo de limón y aceite de argán. Ponla en un cuenco y llévalo a baño maría durante 10 minutos. Retíralo y deja enfriar unos segundos. A continuación, sumerge todos tus dedos y deja que haga efecto durante 15-20 minutos y retíralas. Lávate las manos y aplícate una gota de aceite de argán en tus uñas con un pequeño masaje para que actúe durante mucho más tiempo. Este aceite, por su composición, penetra profundamente en la capa de la uña y la protege de daños.

¡Pero atención! No tires la mezcla. Guárdala en tu refrigerador y úsala la próxima vez porque no se estropea.

 

¡Y es así de fácil! ¡Tendrás uñas fuertes, sanas y brillantes con aceite de argán!

¡Haz crecer tus pestañas!

 

¿Sueñas con tener pestañas más largas y pobladas? Su cuidado es muy importante ya que éstas, junto con las cejas, son el marco de tu rostro. Cambian radicalmente tu imagen cuando las tienes sanas, fuertes y largas. Aportan fuerza e intensidad a tu mirada. ¡Así que sigue estos consejos y hazlas crecer!

 

1. Desmaquíllate siempre antes de dormir. Humedece un disco de algodón en agua tibia, añade unas gotas de aceite de oliva y presiona suavemente en tus pestañas hasta retirar todo el maquillaje.

 

2. Cuando ya tengas toda tu cara y ojos limpios, ponte unas gotas de aceite de argán en los dedos, frótalos suavemente para calentar el aceite y aplícatelo justo en la raíz de tus pestañas. Su alto contenido en vitamina E hace que crezcan rápido y pobladas.



 

Debes hacer estos pasos todas las noches. ¡Sé constante y en poco tiempo notarás la diferencia!

Tratamiendo de hidratación del cabello con aceite de argán

El aceite de argán es un embellecedor natural ideal para nutrir y reparar cabellos secos y débiles, gracias a su gran contenido en ácidos grasos esenciales y vitamina E.

 

Con el uso regular de este aceite conseguirás un cabello más suave, brillante y fuerte. También es un excelente tratamiento contra la caída del cabello. Aplicándolo en el cuero cabelludo se estimula su crecimiento, revitalizándolo y fortaleciéndolo.

 

Al ser un aceite no graso y ligero, deja un acabado suelto, flexible, sano y natural. Y sobretodo, utilízalo para proteger tu cabello del sol, del uso de la plancha, secadora, difusor, etc,

 

¡Anímate a probarlo ! ¡Sigue estas instrucciones y notarás la diferencia!

• Como tratamiento intensivo para reparar y nutrir, debes usarlo una vez a la semana en tu mascarilla casera preferida. Para cabellos muy secos y débiles te aconsejo la del aguacate: prepara una pasta con medio aguacate, un huevo y tres cucharadas grandes de aceite de argán. Úntatela en tu cabello y ponte un gorro de plástico y deja actuar durante una hora. A continuación, lávatelo de forma habitual con un champú suave (recomendamos uno sin sulfatos ni parabenos).  Otra opción es impregnar abundantemente el pelo solo en aceite de argán y envolverlo en una toalla húmeda y dejar actuar toda la noche. Y, en la mañana, sigue el mismo procedimiento de lavado habitual.

• Para evitar puntas abiertas, úsalo a diario con el cabello húmedo, solo en las puntas. Es más que suficiente con un par de gotas. Así conseguirás que esté hidratado y se vea saludable.

 

• Para estimular el crecimiento del pelo, aplícate aceite de argán en el cuero cabelludo con un ligero masaje, déjalo actuar media hora y lávatelo. ¡Empezarás a notar pequeños cabellos que antes no tenías!

¡Pruébalo! ¡Te va a encantar!

Rutina de cuidado facial piel seca

Las pieles secas se caracterizan porque lucen apagadas, con descamación y, al gesticular, aparece esa incómoda sensación de tirantez de la piel.

 

El cuidado básico para este tipo de piel es beber mucha agua, mínimo 2 litros diarios. Así conseguirás una piel hidratada y suave.

 

El cuidado facial diario se basa en una limpieza, un tónico y una hidratante. Recuerda siempre buscar productos destinados a tu tipo de piel. Y sobretodo, utiliza un tónico sin alcohol porque éstos tienden a resecar el cutis.

 

Dos veces al día, mañana y noche, límpiate la cara con leche limpiadora o con cualquier otro limpiador apto para pieles secas. Recuerda, si sufres de piel sensible, rocejes, etc. no utilices jabones porque solo agravarán tu situación.  A continuación, con un algodón humedecido en agua tibia aplícate unas gotas de tónico. Espera a que se seque y ponte una crema hidratante (busca alguna que sea muy cremosa) específica para pieles secas. Añádele unas gotas de aceite de argán para potenciar la hidratación para que tu piel tenga un aspecto más sano y cuidado.

 

Al ser tan sensibles, es muy importante utilizar una crema con protección solar (durante todo el año) ya que estas pieles tienen mayor tendencia a sufrir arrugas. ¡No te olvides de este paso porque es el más importante!

Y finalmente, para prevenir y tratar imperfecciones, puedes hacerte una exfoliación como máximo una vez a la semana, o cada dos semanas.

 

Otro tema muy importante es el del maquillaje. Busca productos naturales e hipoalergénicos y que no tengan fragancias fuertes.

Rutina de cuidado facial para piel grasa

Las pieles grasas se caracterizan por un exceso de brillo, con poros dilatados y predisposición a presentar puntos negros y acné.
Este tipo de pieles son las que más cuidados necesitan ya que hay que equilibrar y regular los niveles de grasa. Pero tiene una gran ventaja y es que las personas con este tipo de piel son las que menos arrugas tendrán y mejor se conservarán con el tiempo.

Para tener una piel radiante, mate y sin manchas sigue estas instrucciones diarias (mañana y noche):

• Gel limpiador: ayuda a abrir los poros para una mejor limpieza. Humedécete la cara con agua tibia y aplícate el gel. Con los dedos hazte un leve masaje y aclárate con abundante agua.

• Tónico: cierra los poros y retira los restos de suciedad, regula la grasa y deja un efecto mate. Para este tipo de pieles son mejor los astringentes, y preferiblemente sin alcohol. Impregna un algodón con el tónico y aplícalo en tu cara dando unos toquecitos y deja secar.

• Hidratante: se debe escoger una que sea específica para pieles grasas. Úsala en las mañanas. Y en las noches, aplícate unas gotas de aceite de argán para ayudar a nivelar los excesos de grasa y atenuar manchas resultantes de granitos o acné.

También debes tener en cuenta unos cuidados semanales:

• Exfoliación: contienen microgránulos que penetran en los poros y los limpia en profundidad. Debes hacértelo una vez por semana, pero si sufres de muchos brotes de granos y puntos negros, te aconsejo que los hagas dos o tres veces por semana.

• Mascarrilla: ayuda a matificar la piel y atenuar imperfecciones. Debes ponértela después de la exfoliación. Aplícatela en todo el rostro y déjala actuar durante 15-20 minutos. Y aclárate con abundante agua.

• Aceite de Argán: despúes de los dos puntos anteriores, ponte unas gotas en el rostro y masajea suavemente con los dedos hasta que se absorba. Así conseguirás una piel tersa e hidratada y evitarás la aparación de granitos.

¡Prueba estos consejos y en poco tiempo notarás la diferencia!

Consejos de uso para el cuidado facial

Con el paso de los años, la piel pierde densidad y envejece ya que las células se dividen más lentamente. La capa superficial de la piel se hace más fina y produce menos colágeno, y empiezan a aparecer las arrugas.

Análisis clínicos muestran que el aceite de argán es rico en ácidos poli y monoinsaturados (omega 6 y 9) y que contiene el 80% de ácidos grasos esenciales y una importante cantidad de tocoferoles (vitamina E).

Por su composición y al ser un aceite vegetal no graso, el aceite de argán es ideal para todo tipo de piel: seca, mixta o grasa.

La alta concentración de omega 6 ayuda a regular los niveles de grasa que secretan las glándulas sebáceas de la piel, matificándola, con lo que es un tratamiento ideal para el acné. Además, ayuda a atenuar las cicatrices y manchas, aportando a la piel luminosidad y aspecto saludable.

Para que consigas los mejores resultados, te dejamos unos consejos de uso:

1.      Usa aceite de argán dos veces al día, mañana y noche. Sigue tu rutina de limpieza facial y aplícate unas gotas de aceite de argán, y con la yema de los dedos, masajea suavemente hasta que se absorba. Al instante sentirás cómo la piel queda suave e hidratada.

2.      Si tienes una piel con tendencia acneica, prueba este consejo: cada noche, después de la limpieza del cutis, ponte unas gotas de aceite de argán, y seguidamente, con un algodón aplícate zumo de limón natural. Esto actúa desinfectando la piel y así conseguirás eliminar los puntos negros, espinillas y granitos. Recuerda limpiarte bien la cara por la mañana con agua tibia y evita exponerte al sol.

3.      Para evitar manchas solares o de edad, después del aceite, aplícate un protector solar. Esta es la mejor manera de prevenir el envejecimiento.


 

Certificado de Calidad

El aceite de argán, hasta hace poco un desconocido fuera de Marruecos, ahora se conoce en toda Europa, América y Ásia como un artículo de lujo. Desde hace años se está exportando a nivel mundial, pero para garantizar la autenticidad del aceite de argán, se deben de seguir una serie de controles de calidad y sanitarios.

Cada lote de nuestro aceite de argán es analizado antes de exportarse y comercializarse. Una muestra de cada lote se lleva a analizar a Marrakech, al Establissement Autonome du Contrôle de Coordination des Exportacions, y cada lote pasa el control de calidad a través del laboratorio de análisis físico-químico de Agadir.

Paralelamente también trabajamos en la idea de una etiqueta que garantizase la autenticidad y procedencia ecológica de nuestro aceite de argán. Por ello, poseemos ECOCERT, expedida por el gobierno francés, el cual nos otorga un reconocimiento por el desarrollo de una agricultura sostenible que respeta el medio ambiente, una agricultura ecológica. Por ello, ofrecemos aceite de argán 100% puro y ecológico.

 

 

 

¿Qué es el aceite de Argán?

El Aceite de Argán es un aceite vegetal producido en el sudoeste de Marruecos, en las zonas cercanas al desierto. Este aceite ha sido venerado y apreciado por muchas civilizaciones, desde el antiguo Egipto hasta hoy en día por los bereberes (habitantes autóctonos de las zonas arganeras de Marruecos). Es conocido como "el oro líquido de Marruecos".

La producción de este aceite es totalmente artesanal y se trata de una herencia cultural transmitida de madres a hijas. Este aceite es extraído de los frutos del árbol de argán, Argania Spinosa. Contienen una cáscara blanda de color verde/amarillo y, adentro, una segunda cáscara dura rugosa. Y finalmente, dentro de ésta, la semilla de argán de color marfil/blanco. Éstas se introducen en el orificio de un molinillo rústico de piedra y se forma una pasta de color marrón. Ésta se amasa con la ayuda de agua tibia y se extrae el aceite. Se trata de un trabajo muy arduo y laborioso ya que para extraer 1 litro de aceite de argán se necesitan más de 8 horas.

La composición básica de este aceite es de un 80% de ácidos grasos esenciales y una alta concentración de Vitamina E, lo que lo convierte en un excelente producto anti-edad, protector cutáneo, regenerador, revitalizador, reconsruyente, reparador y cicatrizante.

El aceite de argán es ideal para todo tipo de piel y edad. Está muy recomendado para personas con acné ya que es un aceite seco y ayuda a regular los niveles de grasa en la piel y atenúa las cicatrices y manchas.

Además, las mujeres de las tribus bereberes lo utilizan para el cuidado capilar y de uñas. Ayuda a fortalecer el cabello débil y quebradizo, y le da brillo y un aspecto mucho más saludable. Además, repara y evita las puntas abiertas. Y en las uñas, las fortalece y evita su rotura.

Durante siglos, el aceite de argán ha sido el secreto de belleza mejor guardado de las mujeres bereberes. Lo utilizaban para protegerse de las inclemencias del clima seco y árido del desierto de Marruecos. Además, para estas tribus tiene un sentido mágico y místico. Por ello también lo usan en ceremonias religiosas y en rituales de boda.