En el artículo anterior escribimos sobre los sulfatos y sus efectos, y ahora ya sabes que son detergentes muy eficaces para remover la suciedad, pero demasiado agresivos. En este caso vamos a escribir sobre los jabones/limpiadores faciales. La inmensa mayoría también contienen sulfatos y muchísimos más químicos que son dañinos para la piel. El inconveniente de estos ingredientes es que remueven la capa de grasa que la propia piel produce, alterando el pH, y eso es lo que reseca la piel en exceso. Con lo que nuestra piel producirá más grasa para reponer la que removimos.
Toda la vida, personalmente, creí que para controlar los excesos de grasa que mi piel producía, tenía que quitármela mediante jabones y astringentes. Pero lo único que conseguí fue la producción de más grasa y la aparición de más granos (porque al quitarla la piel reacciona produciendo más para balancear el pH)
. Además me exfoliaba la piel casi 5 veces por semana. Hasta que hablé con mi madre y me explicó cómo se limpiaba ella la cara cuando era adolescente en Marruecos. Ella sufrió de acné, como yo. Se aplicaba unas gotas de aceite de argán en la cara y daba pequeños masajes en forma circular durante 1 o 2 minutos. Después se ponía una toalla caliente directamente en la cara (para abrir los poros) y se la limpiaba suavemente quitando los excesos de aceite de argán.
Este era su método de limpieza. Ni tónicos, ni astringentes, ni cremas hidratantes. Este aceite actúa como limpiador respetando el pH de la piel. Además, cuando abres los poros con la ayuda de la toalla, permites que el aceite entre en ellos limpiando en profundidad los granos y puntos negros. Y, de esta manera, limpias la cara manteniendo la hidratación natural de la piel.
Yo empecé hace dos meses con este método, y estoy encantada! Ya no me salen granos y poco a poco se están yendo las imperfecciones. Además de que ya no me brilla tanto la cara como antes. Y lo mejor: el ahorro de dinero! Se acabó el gasto en jabones y cremas carísimas.
Como mi madre, os comparto este secreto. Olvida todo lo que nos enseñaron, y cuídate de la forma más natural y sana.
Estas son las instrucciones:
Debes usar este champú siempre que necesites lavarte el pelo y déjalo actuar durante 2-3 minutos para que tenga mejores resultados. La consistencia de este champú es un poco diferente a la de los convencionales; es mucho más acuosa y hace menos espuma. 
Queremos dar un aviso de alerta porque nos han comunicado que hay marcas que venden aceite de argán ¡pero que en realidad es aceite de girasol! 
